La Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar es el símbolo más emblemático de Zaragoza y una de las obras del barroco más importante del país. Aprovechando la visita a la Basílica, no puedes perderte las mejores vistas posibles de Zaragoza. Para ello solo tienes que tomar el ascensor que te eleva a unos 65 metros hasta un mirador en la torre San Francisco de Borja. El monumento árabe por excelencia de Zaragoza es el palacio de Aljafería. Tampoco puedes olvidarte de visitar el centro histórico de la ciudad.

El ternasco asado se trata del plato estrella que tienes que probar si vas a Zaragoza. Su preparación más habitual es asado al horno con patatas y guarnición como cebolla o tomate. Otro de los platos típicos de Zaragoza son las migas aragonesas con longaniza y uvas. En cuanto al dulce típico, no te puedes perder las frutas de Aragón, que son frutas confitadas cubiertas de chocolate.

Pasa el día en el Balneario de Ariño, situado a 45 minutos en coche de la Hospedería Monasterio de Rueda. El agua mineromedicinal del Balneario de Ariño ha sido declarada de utilidad pública como fuente de salud para el tratamiento de una gran variedad de patologías. Sus efectos terapéuticos han sido reconocidos por médicos especialistas. Son captadas aproximadamente a 70 metros de profundidad con una temperatura de 22 grados. Entre los efectos metabólicos más importantes está la ayuda a mejorar el estreñimiento, controlar los niveles de triglicéridos, colesterol y glucosa. Su efecto antioxidante es muy potente y ayuda a frenar el proceso de envejecimiento. El Centro Termal está pensado y diseñado para mejorar la calidad de vida sus clientes. Cuentan con la profesionalidad y excelencia de un personal sanitario y terapéutico, un equipo cualificado de fisioterapeutas y un médico especialista en hidrología médica e hidroterapia, quien le ofrecerá un tratamiento personalizado y un seguimiento completo al iniciar esta experiencia termal.